Llevaba un tiempo sin la concentración necesaria para leer,
y cuando me ponía, se me iba la cabeza a otras cosas no avanzando en las
páginas. Empezaba un libro y no lo terminaba, pasaba a otro y me ocurría lo
mismo… Estaba en un parón literario, y es algo que no soporto. Me siento vacía,
incompleta si no encuentro una historia que me atrape, si no leo unos
capitulillos al día.
Pero todo acabó cuando cogí en las manos esta novela que os traigo
hoy: Criadas y señoras. Me habían
hablado maravillas de ella, pero me costaba ponerme. Os la recomiendo, no os la
perdáis.
La autora:
Criadas y señoras
está escrito por Kathryn Stockett.
No, no es una autora conocida, por lo menos no lo era hasta ahora, porque se ha
convertido en uno de los libros más vendidos entre el año pasado y este año. Es
la primera novela que ha escrito esta autora; fue rechazada por 60 agentes literarios,
pero una vez publicada ha llegado a 35 países y ha sido traducido a 3 idiomas.
¿Veis? Si tenéis el gusanillo de escribir, no tirad nunca la toalla, aunque
recibáis 60 cartas de rechazo, siempre podéis convertiros en best-sellers.
Kathryn tiene unos
40 años, y se graduó en Inglés y Escritura creativa en la Universidad de
Alabama. Se crió en Jackson, Mississipi,
donde se desarrolla la novela, así que sabe de lo que habla. Y sobre todo, lo
sabe por su historia familiar.
Se ha hablado mucho de la novela, que ha sido llevada a la gran pantalla de forma magistral, pero poco de la autora, así que aquí vengo yo a desentramar un poco su vida.
La abuela paterna de la autora nació en Shanghai, en una familia de misioneros, cuyo fin era salvar las almas de los paganos. Cuando se inició la guerra, volvió a Mississipi, y allí fue donde se estableció, creando una familia. Tenía muy claro como debían que ser las cosas entre las personas de color y los blancos, encajando muy bien con los ideales de ese estado. Se casó con Robert (a quien está dedicado el libro) y tuvo dos hijos. Robert era un criador de caballos y era muy conocido en la zona. Para criar a sus dos hijos, tenían a Demetrie, una criada que llegó a criar a Kathryn.
Cuando contaba con 6 años, los padres de la autora se
separaron quedando la custodia a manos del padre. Los niños vivían en un motel
que pertenecía al padre, pero Kathryn siempre se iba a casa de sus abuelos para
estar con Demetrie.
La época de la que estamos hablando era a finales de los 70, con lo que no tenía nada que ver con lo que narra la autora en el libro, puesto que en él, nos encontramos a inicio de los 60.
Sin embargo, la autora confiesa que Demetrie tenía su propio baño fuera de la casa, y que compartía vivencias con las protagonistas de la historia.
La época de la que estamos hablando era a finales de los 70, con lo que no tenía nada que ver con lo que narra la autora en el libro, puesto que en él, nos encontramos a inicio de los 60.
Sin embargo, la autora confiesa que Demetrie tenía su propio baño fuera de la casa, y que compartía vivencias con las protagonistas de la historia.
Aunque la familia paterna tenía esos ideales arraigados, la madre de la autora era totalmente diferente. Esta era liberal, no tenía criada y hacía todo en la casa por si misma, e incluso tenía amigas de color que la visitaban como una amiga más.
La novela:
Como ya he comentado anteriormente, la novela se ambienta en
los años 60, en Jackson, la capital de Mississipi. No sé si conocéis mucho de
la historia de América y los estados del sur, pero se caracterizaban por el
racismo y la segregación. Tardaron en abolir la esclavitud, y fueron los
últimos en aceptar la igualdad racial. Es más, fue la cuna del último vestigio
del Ku Klux Klan.
Es una novela que está narrada en primera persona, pero son
tres los narradores: Aibileen, Minny y Miss Skeeter, es una historia a tres
voces.
Para poder explicároslo, solo tenéis que imaginar un diario, donde se cuentan el día a día de cada uno, pues más o menos eso, pero contado por tres personas, encadenando esas historias.
Para poder explicároslo, solo tenéis que imaginar un diario, donde se cuentan el día a día de cada uno, pues más o menos eso, pero contado por tres personas, encadenando esas historias.
Es una novela perteneciente al género narrativo
contemporáneo. Hay un equilibrio perfecto entre la narración, las descripciones
y el diálogo. El vocabulario depende de quién esté narrando el capítulo. Cuando
es Aibileen y Minny las que hablan, hay incluso palabras en cursiva, escritas
tal como ellas la pronuncian; ayudando de esa manera a meternos más en la
historia.
Tiene una estructura más o menos lineal, aunque como son
tres los narradores, en determinados momentos parece dispersa, aunque todo
tiene un comienzo, y un final, y vamos avanzando pasito a paso, descubriendo la
historia tal como estamos siendo testigos. No destapa ningún secreto antes de
tiempo, está todo milimétricamente pensado.
Es una novela que no deja frío al lector. Conforme vas
avanzando en la historia, vas identificándote con los distintos personajes, vas
emocionándote con algunas historias, rechazando algunas otras, y deseando poder
arreglar las injusticias que se cometieron en aquel entonces.
Es una historia de racismo, de envidias, de ambición… De
cómo conseguir aquello que se quiere a base de engaños y mentiras, de secretos,
de miedos y de mucho dolor ajeno.
Aibileen y Minny nos van contando en primera persona cómo es
la vida de una criada negra en aquella época en Jackson. Cómo las tratan, cuáles
son sus deberes, y los pocos derechos, por no decir ninguno, que tienen. Lo que
deben de hacer o dejar de hacer por, simplemente, tener un color diferente de
piel.
Y Skeeter nos cuenta la misma historia vista por una chica blanca, criada por una negra, que no acepta el racismo y que lucha para que todo cambie, o empiece a cambiar.
Y Skeeter nos cuenta la misma historia vista por una chica blanca, criada por una negra, que no acepta el racismo y que lucha para que todo cambie, o empiece a cambiar.
No quiero entrar más en el libro, en las historias porque lo
mejor que tiene es descubrirlo por uno mismo, sorprenderte y emocionarte con
ellas. Porque es una historia que emociona, que encoge el corazón aunque te
hace sonreír entre lágrimas, e incluso soltar más que una carcajada. Es un
libro de final agridulce, dejando algunas partes sin cerrar puertas, dejando a
la imaginación del lector…
La película:
Como ya he comentado anteriormente, ha sido llevada a la
gran pantalla, y lo han hecho de manera magistral. Es muy fiel al libro, aunque
se han tomado ciertas libertades, pero es que las películas siempre lo hacen.
No cuentan todas las historias recogidas en la novela, pero sería eterno en tiempo, si tuvieran que llevarlo a cabo.
Si los personajes en la novela son maravillosos, en la película lo han sabido captar igual o mejor, saliéndose del papel. No en vano, a la actriz que hace de Minny le han dado el Óscar a la mejor actriz secundaria.
No cuentan todas las historias recogidas en la novela, pero sería eterno en tiempo, si tuvieran que llevarlo a cabo.
Si los personajes en la novela son maravillosos, en la película lo han sabido captar igual o mejor, saliéndose del papel. No en vano, a la actriz que hace de Minny le han dado el Óscar a la mejor actriz secundaria.
Son recomendables las dos, tanto la novela, como la
película, eso sí, yo leería primero el libro y luego disfrutaría de la película…
Es una historia maravillosa.