Personalmente, pienso que el género literario más difícil,
es el de terror. Cuando vas a ver una película de miedo, son muchos los
elementos que ayudan a crear ese ambiente, esa tensión. La película se basa en
la historia, pero juega con las imágenes, la iluminación, el sonido, los “sustos”
típicos… Mientras que sentir miedo con un libro, recae en la historia y en el
escritor. Debe saber cómo crear ese ambiente de tensión, como hacernos “ver” el
peligro, sentir ese miedo, ese terror, solo con leer lo que está haciendo el
protagonista, y sin que el lector se esté dando cuenta.
Las buenas novelas de terror son aquellas en las que estás tan metida en la trama, que si alguien se acerca a ti y te pone la mano en el hombro, saltas como si tuvieras un resorte, con el corazón en la garganta, a punto de morir de un infarto. Es muy difícil encontrar una novela así.
Las buenas novelas de terror son aquellas en las que estás tan metida en la trama, que si alguien se acerca a ti y te pone la mano en el hombro, saltas como si tuvieras un resorte, con el corazón en la garganta, a punto de morir de un infarto. Es muy difícil encontrar una novela así.
Me gustan las novelas de terror pero lo paso realmente mal. Me
impresiono con facilidad, así que recurro mejor al libro antes que ver una
película. Hay escenas de pelis de
terror que aun tengo impresas en la retina, mientras que con la novela de
terror, soy yo la que tiene el control. No me hace falta un cojín para taparme
la cara, solo con cerrar las páginas del libro me siento segura. Aun así, el
subidón de adrenalina merece la pena.
Hoy tenía ganas de sentir ese miedo y he recurrido a una
novela que está ahora de moda, gracias a la película que ha llevado al cine, el
actor de Harry Potter, Daniel Radcliffe: La
mujer de negro.
Esta película está basada en una novela de igual nombre, escrita por Susan Hill, y fue editada la primera vez en 1983. Ha tenido enorme éxito, llevándose incluso a la televisión como serie, antes de ser llevada a la gran pantalla.
Esta película está basada en una novela de igual nombre, escrita por Susan Hill, y fue editada la primera vez en 1983. Ha tenido enorme éxito, llevándose incluso a la televisión como serie, antes de ser llevada a la gran pantalla.
Susan Hills es una
escritora inglesa, de 70 años que ha sentido el amor por las letras desde bien
pequeña. Su primera novela la publicó siendo aun estudiante, y desde entonces
no ha parado de escribir. Es una autora enigmática y tiene una vena oscura y
siniestra, que le hace escribir novelas de terror como nadie; aunque también ha
escrito novelas juveniles, policíacas y de no ficción. Esa cara oscura de esta
autora, está basada en sus propias vivencias, puesto que no ha tenido una vida
fácil. Perdió a su primera pareja, a su segundo hijo, y ella misma tuvo una
experiencia muy cercana a la muerte.
La mujer de negro
es una novela de terror gótico, y no es extraño puesto que Susan Hill es una fan incondicional de aquella época y de aquellos
autores, disfrutando mucho con Wilkie
Collins y Dickens, cogiendo
incluso el título de una obra de Collins, La
dama de blanco, como inspiración para la suya propia.
Es una novela cortita, consta de 192 páginas, y ha sido reeditada
por la editorial Edhasa después del
éxito de la película.
Encontramos casi todas las características de la novela
gótica en este libro. Lo primero que descubrimos es el ambiente romántico que
tanto les gustaba a los autores de la época, es decir, paisajes sombríos en
este caso con niebla densa que dificulta
la visión. Además, está centrada en una mansión antigua, con algunas partes
derruidas, con cementerios en el exterior, páramos con tierras movedizas…
Tenemos presencia paranormal, en este caso hablamos de fantasmas, con sus ruidos nocturnos y sus apariciones que quitan el aliento. Hay personajes extraños y fascinantes que ayudan a acrecentar esa incertidumbre, ese miedo.
La climatología no ayuda tampoco: tormentas, niebla, viento, lluvia…. Y como no podría ser de otra manera, con su profecía ancestral. Pero esta os dejo descubrirla vosotros.
Tenemos presencia paranormal, en este caso hablamos de fantasmas, con sus ruidos nocturnos y sus apariciones que quitan el aliento. Hay personajes extraños y fascinantes que ayudan a acrecentar esa incertidumbre, ese miedo.
La climatología no ayuda tampoco: tormentas, niebla, viento, lluvia…. Y como no podría ser de otra manera, con su profecía ancestral. Pero esta os dejo descubrirla vosotros.
Es una novela narrada en primera persona, por el propio
protagonista, que con un vocabulario exquisito, nos lleva a recordar una parte
de su vida que hubiera querido borrar de su memoria. En el primer capítulo,
Arthur, nos presenta su vida actual, cómo vive, de qué vive, con quién vive,
pero siempre dejando caer la existencia de un terrible suceso que le marcó para
el resto de su vida. Tras un encontronazo con su familia, decide contarnos
aquello de lo que fue testigo cuando joven.
Susan juega con la incertidumbre, y es esta la que provoca
el miedo del lector. No sabemos qué ocurre hasta el final, pero vamos sintiendo
miedo desde las primeras páginas, intensificándose con la llegada a la mansión,
y llegando el momento culmen al final.
Juega con esos elementos góticos que ya hemos explicado, y lo hace de manera magistral.
Juega con esos elementos góticos que ya hemos explicado, y lo hace de manera magistral.
Siempre me ha ocurrido con este tipo de novelas, que me he
desencantado con el final, pero no así con La mujer de negro. La tensión, el
miedo, el pavor, la angustia, el pánico, el terror… lo sentimos desde el
principio hasta el final. Es una novela corta pero impactante, y por supuesto
espeluznante.
Ya sabéis, si veis una mujer de negro, huid en dirección
contraria y… nunca le miréis a los ojos.
Recomendable 100%